Hay más de un Callao en el mundo. España tiene el suyo, y sólo en América Latina hay cinco, pero el de la costa peruana tiene una rica tradición pesquera y portuaria que le da una identidad única, donde el lugareño, o chalaco, tiene un ritmo propio en su caminar, seguramente fruto de sus primeros pasos dados al ritmo de la salsa, el género musical que es casi un culto local.
Al final del Callao está La Punta, que debe su nombre a su ubicación en la punta de la costa. Antaño hogar de los piti-piti, una cultura de pescadores nativos, con el tiempo se convirtió en un balneario. Cantolao, su emblemática playa cubierta de piedras, recorrida por diminutos cangrejos blancos, es donde todo vecino del Callao se da su primer chapuzón, y la razón de la popularidad que acabó convirtiendo este destino en un distrito, que hoy goza de una peculiar arquitectura compuesta por estilos heterogéneos que parecen sacados de distintas épocas. Una visita a La Punta se resume en disfrutar de la brisa salada, presenciar el manto rojizo de sus atardeceres de verano y probar su clásico pan con pejerrey.
Fuente: Callao Monumental
En la ruta al Centro Histórico del Callao, desde una banca, salude a la estatua del héroe nacional, Miguel Grau, ubicada frente a las coloridas casas de Chucuito, barrio que, en tiempos prehispánicos, también fue hogar del piti-piti y que, posteriormente, fue habitado por pescadores migrantes de Italia y España, quienes le dieron al barrio su aspecto actual, construyendo las casas con la madera de sus embarcaciones.
Fuente: Callao Monumental
Siguiendo la ruta, entre coloridas fachadas, viejos balcones y faroles de antaño, comienzan a levantarse los edificios emblemáticos del Centro Histórico del Callao. Como el Real Felipe, fortaleza que se construyó para proteger al puerto de los piratas; la Plaza Matriz, con una amplia recepción y vista al muelle, donde su encantadora iglesia luce el blanco y el rosado, colores emblemáticos del Callao; y las marisquerías, cuya larga tradición y mística culinaria las han convertido en emblemas locales.
Fuente: Callao Monumental
En el corazón de este viejo Callao nació Callao Monumental, una propuesta de arte urbano que atrae a visitantes nacionales y extranjeros. Fachadas restauradas, y otras decoradas con la obra de artistas urbanos, dan la bienvenida a los visitantes a las galerías, y a degustar una variedad de propuestas gastronómicas. La Casa Ronald está en el centro de esta iniciativa artística, fue construida en la década de 1920, y destacó por ser el edificio más alto del Callao, seis pisos, que hoy albergan exposiciones de arte contemporáneo, culminando en una azotea para eventos culturales. Es un lugar ideal para un paseo relajado entre arte urbano.